Tienes un e-mail
Los e-mail son una herramienta muy útil para comunicarse, sobretodo en el ámbito laboral. Sirven para intercambiar informaciones, responder a demandas, difundir convocatorias… En definitiva, permiten establecer contacto con personas que no están en nuestro mismo espacio físico y transmitir cualquier tipo de mensaje.
Los e-mails muestran una imagen de quien los ha escrito. Así, si quien emite el mensaje cuida su redacción. Este correo será mucho más efectivo.
Fíjate en estas pautas que encontrarás a continuación para escribir correos claros pero formales en el mundo laboral.
- Escribe desde una dirección de correo formal. Escoge un nombre que no lleve a equívocos y que sea fácil de recordar.
- Asunto del correo. Escribe la idea principal del mensaje de forma atractiva, que capte la atención del receptor.
- Salutación atemporal. No sabes cuándo lo abrirá el destinatario, así que evita términos como “Buenos días”. Opta por saludos más genéricos.
- Presentación personal. Haz un pequeño resumen del nombre, cargo y empresa. Ofrecerás mucha más confianza y proximidad.
- Extensión limitada. Debes tener claro cuál es el mensaje que quieres comunicar. Entre tres y cinco párrafos de extensión.
- Ortografía. Revisa que todo esté correcto y sin faltas después de redactar el correo.
- Debe ser formal, que invite al otro a responder, e incluir tu firma.
- Firma personalizada. Incluye tu nombre y tus datos de contacto en la empresa.
- Contesta de forma inmediata. Se recomienda no sobrepasar el límite de las 24 horas. Si no encuentras el momento, responde al menos que has recibido el correo con un “ok” o un “recibido”.